Viaje a Venecia, que celebra estos días su carnaval. Muchos franceses se han convertido en fieles seguidores de este acontecimiento, con sus disfraces y desfiles, pero también con las fiestas que se organizan en los palacios de la ciudad de los Dogos.
Para la mayoría de los 500.000 visitantes que acuden cada año, el carnaval de Venecia consiste en los caprichosos desfiles y las oportunidades de hacerse fotos por toda la ciudad. «Los disfraces son magníficos, el mar, las góndolas…», dice una francesa. «Te sientes como en un mundo de fantasía», añade una mujer. Pero detrás de las máscaras y las fachadas de los palacios, durante el Carnaval hay una Venecia más secreta, que sólo se revela al atardecer.
Una comunidad de entusiastas
Esta noche, esta francesa, veneciana de adopción, organiza una cena de disfraces del siglo XVIII con 30 invitados. Amigos, como ella, apasionados por los trajes de época. Ya peinada y empolvada, está dando los últimos toques a la decoración de la velada. Este palacio de inspiración barroca parece el marco ideal para rememorar el modo de vida veneciano. A la luz de las velas, esta comunidad de entusiastas se reúne aquí cada año y, por menos de cien euros, se ofrece una velada inolvidable, meticulosamente preparada.
